martes, 24 de julio de 2012

Mystic River (2003)


La intriga del presente de Mystic River
 (2003) se equilibra con el pasado que regresa, en realidad nunca ha desaparecido, y la convierte en una película de ilusiones rotas y de vidas truncadas, que inevitablemente vuelven a unirse en un presente de dolor, a raíz del asesinato de la hija de Jimmy Markum (Sean Penn). Con la tragedia, el recuerdo del pasado regresa para mostrar a aquellos tres niños (ahora adultos) que jugaban en una de las calles del barrio donde Dave Boyle desapareció para siempre, al menos aquel Dave que fue secuestrado y encerrado en un sótano oscuro, de donde huyó tras cuatro días de cautiverio y abusos, pero aquel muchacho que escapó ya no era Dave, sino el niño asustado, avergonzado y marcado que creció intentando enterrar aquel momento aterrador
. Basada en la novela homónima de Dennis Lehane, autor de los libros que dieron pie a los guiones de Adiós, pequeña, adiós (Gone Baby Gone; Ben Affleck, 2007) y Shutter Island (Martin Scorsese, 2010), el Mystic River de Clint Eastwood capta la emoción y el sufrimiento que desborda a cada uno de sus protagonistas, ya que de eso se trata, de un film de personajes que sienten el amor, la frustración, la imposibilidad y el dolor que transmiten desde sus miradas, sus gestos y sus palabras mientras la acción avanza hacia ese río donde se entierran los problemas, pero no los recuerdos ni las equivocaciones. Para Jimmy Markum Katie (Emmy Rossum), su hija mayor, lo es todo, tanto que siente que ella y él son los únicos seres en el mundo, pero ese mundo se derrumba la mañana de la primera comunión de otra de sus hijas, la misma mañana que Sean (Kevin Bacon), el tercero de los niños del pasado, regresa al barrio para investigar un posible crimen, cuestión que hace sospechar a Jimmy de que la presencia del policía podría estar relacionada con la ausencia de su hija, ya que esta no se encuentra en la ceremonia, a pesar de su promesa de acudir. La noche anterior Katie bailaba sobre la barra del bar donde Dave tomaba una copa, parecía celebrar algo relacionado con su novio Brendan (Thomas Guiry), relación que ocultaba a su padre. Esa misma noche, Dave regresó a casa pasadas las tres de la madrugada, tardanza que tenía preocupada a Celeste (Marcia Gay Harden), quien se alarma al observar la sangre que baña el estómago de su marido, quien le explica que ha sido atracado y en el forcejeo ha matado al delincuente. Celeste le comprende y lo calma, aunque al día siguiente, cuando se descubre el cadáver de Katie, y no aparece ninguna noticia en el periódico sobre la aparición del cuerpo de un delincuente, empieza a sospechar de su marido como el autor del brutal asesinato de la joven Markum. Ella no es la única que sospecha, ya que el compañero de Sean, el sargento Whity Powers (Laurence Fishburne), es de la misma opinión, pues el pasado de Dave y la herida de su mano le convierten en el principal sospechoso del terrible asesinato que ha roto el presente y devuelto los fantasmas del pasado. En ese momento de dolor indescriptible los tres amigos de la infancia, que vieron como sus vidas se separaron, vuelven a reunirse por un breve intervalo, como si aquel momento del pasado regresase para reclamarlos y decirles que su hoy no es posible, ni siquiera real, porque aquel día en el que Dave subió al coche todo cambio para ellos. Las circunstancias del encuentro no son agradables, sobre todo para Jimmy, destrozado para siempre por ese destino y ese criminal cruel que arrebató la vida de su hija de diecinueve años; pero Jimmy no es un hombre que se siente a esperar, decidido a encontrar a ese asesino y quitarle la vida, eso es lo que le debe a Katie, o eso es lo que él piensa. La decisión de Jimmy de vengarse no es una decisión correcta, pero nadie puede disuadirle porque es un padre destrozado, que ya ha matado con anterioridad y volvería a hacerlo por calmar su dolor, a pesar de que éste no se mitigue con más muertes.

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