miércoles, 5 de septiembre de 2012

El extraño amor de Martha Ivers (1946)



Los personajes de El extraño amor de Martha Ivers (The Strange Love of Martha Ivers) son seres afectados por oscuras circunstancias del pasado que desean esconder, quizá el único que nada tiene que esconder sea Sam Masterson (Van Heflin), victima de un secreto que desconoce y que le pone de nuevo en contacto con Martha Ivers (Barbara Stanwyck), quien le observa y no puede evitar reavivar el sentimiento que les unía, sin embargo, dicha emoción no sería más que la falsa ilusión de poseer a un hombre de verdad, no como su marido, a quien culpa del matrimonio que les une y que se ha interpuesto entre ellos; Martha nunca se ha detenido a pensar que ese hombre con el que se ha casado la ama hasta el extremo de perderse en esa oscuridad que ellos mismos han creado. El prefacio resulta vital para el desarrollo de la historia que se produce dieciocho años después, cuando Sam Masterson regresa a la ciudad de la que escapó aquella noche que marcó el destino de tres adolescentes: Martha, Walter y el propio Sam. El hecho de que Lewis Milestone realizase un salto temporal de más de tres lustros no impide comprender lo sucedido durante el tiempo omitido; pues en el presente, Martha y Walter O'Neill (Kirk Douglas) se encuentran unidos por el lazo del matrimonio y por el terrible suceso que se produjo durante aquella noche, cuando una Martha adolescente mató a su tía (Judith Anderson). Como consecuencia de un accidente de automóvil, Sam se ve obligado a regresar a la ciudad de donde huyó, obligado a permanecer en ella hasta que reparen su vehículo, contratiempo que le permite descubrir que Walter O'Neill se ha convertido en fiscal y en el esposo de la mujer más poderosa del lugar. Masterson muestra unos valores que le alejan del comportamiento de sus conocidos, quizá esos mismos valores son los que le impiden juzgar a Tony (Lizabeth Scott), mujer a quien conoce cuando llega a la ciudad, y que en ciertos aspectos sería similar a él. Sin embargo, esa misma mujer, sin desearlo, le vuelve a poner en el camino de sus viejos amigos cuando es encarcelada por quebrantar su libertad condicional. Masterson, consciente de la influencia de Walter O'Neill, acude a él para pedirle que interceda por Tony; no obstante, el fiscal sospecha que Sam miente y que, en realidad, pretende chantajearles. Tanto Martha como Walter creen que Masterson conoce su secreto, y actúan en consecuencia, aunque de dos modos distintos. Mientras el personaje interpretado por Kirk Douglas intenta intimidarle para que abandone la ciudad, el de Barbara Stanwyck intenta conquistarlo. Masterson se encuentra perdido con respecto a Martha y a Tony, pasado y presente, pero el pasado es todavía demasiado fuerte para poder olvidarlo, hasta que Sam comprende la verdadera naturaleza de una mujer que ya nada tiene que ver con aquella adolescente con quien pretendía escapar. La oscuridad que envuelve a los O'Neill les impide conciliarse con su presente, en el que Sam descubre que Martha y Walter enviaron a un inocente a la muerte, acusándolo del asesinato de la señora Ivers, un segundo crimen que indica que Martha no se detiene ante nada, capaz de cualquier cosa con tal de conseguir aquello que desea, hecho que la iguala a la tía que tanto odiaba.

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