jueves, 20 de septiembre de 2012

Lady Halcón (1985)


La Edad Media fue un periodo oscuro para la humanidad, dominado por la ignorancia y por las supersticiones, pero sobre todo por las desigualdades generadas por las clases privilegiada, señores feudales, nobles o miembros de alto clero, que sometían a sus siervos mediante el miedo o una tradición dudosa, basada en creencias adulteradas que eran aceptadas sin posibilidad de rebatirlas; muchos de aquellos grandes señores vivían en castillos o fortalezas como Aquila, rodeada por un foso y con terribles mazmorras, similares a esa de la que se evade el joven "Ratón" (Matthew Broderick), escurridizo como el roedor del que ha tomado el apodo. "Ratón", cuyo verdadero nombre pasa por ser Phillipe Gaston, se fuga por los subterráneos y por el alcantarillado de la fortaleza del malvado obispo de Aquila (John Wood), que no puede consentir que se produzca ninguna evasión de su castillo, ya que su poder se sustenta sobre el temor que infunde, en la imagen que le confiere su cargo y en la brutalidad con la que controla sus dominios. Phillipe sabe que no puede detenerse, por eso se aleja cuanto puede, evitando los caminos, adentrándose por bosques y senderos poco concurridos hasta que, finalmente, se cree a salvo y regresa a la civilización, donde le aguardan los soldados del obispo. Como por arte de magia, en aquel instante, cuando el jovenzuelo se encuentra atrapado, se descubre la figura de un caballero de negro, a quien algunos soldados reconocen como Etienne Navarre (Rutger Hauer), el antiguo capitán de la guardia del obispo, que aparece de la nada y salva al pillastre de una muerte segura. El encuentro entre Navarre y Phillippe no es casual (el primero necesita al segundo para acceder al castillo) y muestra dos aspectos aparentemente opuestos, el honor que rige la conducta del caballero y las artimañas de las que se vale Phillipe para sobrevivir en un entorno dominado por la miseria y la injusticia; quizá por ello ha aprendido a tergiversar sus experiencias y así sacar provecho de las situaciones que se le presentan. A pesar de que Phillippe miente más que habla se trata de un joven de valores que se gana la simpatía de aquellos que descubren en él a un amigo leal e ingenioso. Lady Halcón (Lady Hawke) muestra un mundo medieval en el que la fantasía es posible, y de hecho es la magia la que marca el presente de sus protagonistas, ya que Navarre e Isabeau (Michelle Pfeiffer) son dos amantes siempre unidos y eternamente separados como consecuencia de la maldición lanzada por el obispo, cuando éste se enteró del romance entre el capitán y la doncella. Richard Donner enfocó el enfrentamiento medieval entre buenos y malos ofreciendo para el protagonismo a un héroe atípico dentro de ese contexto, ya que "Ratón" no sería un muchacho común para aquella época, sino alguien más cercano al adolescente de la década en la que se rodó el film, anacronismo irónico que le permitió ganarse al público juvenil, pues la personalidad de Phillipe sería la personalidad de alguien del siglo XX y no la de un ladronzuelo del medievo. Por encima de los aspectos personales del pillo prima la historia de amor imposible entre dos amantes, sobre quienes ha caído la maldición que les transforma y les impide compartir un mismo espacio físico como humanos, ya que durante el día Isabeau se convierte en un bello halcón y, tras el ocaso, Navarre se transforma en un feroz lobo negro; sin esperanzas para ellos, su encuentro con Phillipe Gaston les proporciona un nexo que les acerca de nuevo.

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