viernes, 30 de noviembre de 2012

Election (2005)


Antes de que Election (Hak Seh Wui) se meta de lleno en la trama se escucha un juramento que posteriormente será quebrantado, cuando intereses más elevados como el poder o el dinero se entrometan en ese mundo clandestino y criminal, repleto de tradiciones y traiciones, donde se desata una violenta lucha por alcanzar la presidencia de la sociedad Wo Shing. Lok (Simon Yan) y Big D (Tony Leung Ka Fai) son los dos candidatos para hacerse con el puesto que implica el control de la organización delictiva, ambos se muestran opuestos en su manera de comportarse y de entender la tradición centenaria de la organización, dividida entre los diferentes jefes que deben apoyar a uno u otro. Donde Lok se muestra reflexivo y respetuoso con las costumbres Big D permite que su carácter impulsivo y ambicioso rompa con dicha tradición, convencido de que bajo su mandato se multiplicarían los ingresos de una sociedad que pretende expandir. Johnnie To ya era un director destacado dentro del panorama del cine policíaco de Hong Kong antes de alcanzar merecida fama internacional con este thriller desmitificador, que plantea la lucha interna que se desata en una antigua organización criminal, donde la violencia amenaza con convertirse en una guerra entre sus diferentes facciones, rompiendo de ese modo el equilibrio en el que han vivido durante años. Big D no acepta la decisión del consejo, cuando éste se decide a favor de Lok; su reacción es inmediata, expeditiva y se dispone a apoderarse del cetro que simboliza el poder y el liderazgo. La búsqueda del objeto se convierte en el detonante para mostrar la violencia y el enfrentamiento entre las dos maneras de entender el mundo de los bajos fondos (menos distantes de lo que aparentan ser), donde los dos rivales quebrantan los juramentos que han asumido porque llegado el momento anteponen su ambición al cumplimiento de aquello que les apartaría de los dos años de mandato al frente de la Wo ShingElection (Hak Seh Wui) interioriza en las sociedades delictivas de un Hong Kong distante (y a la vez cercano) de la China continental, centrándose en una organización que exige la lealtad de sus miembros, pero donde se descubre un afán desmedido por poseer el poder que ambos delincuentes anhelan, capaces de sacrificar cuanto sea necesario con tal de alcanzarlo o de pactar para compartirlo, pero siempre con la certeza de que en ese ambiente el equilibrio cuesta un precio muy alto.

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