lunes, 30 de octubre de 2017

Bette Davis. Un torbellino de talento



<<Todos me conocen. Yo en cambio no he conseguido conocerme>>.


(Margo Channing en Eva al desnudo)

La Margo interpretada por Bette Davis en el magistral filme de Joseph L. Mankiewicz habla de una doble realidad que quizá compartiese con la actriz que la encarnó. Todos la conocimos a través de sus interpretaciones, pero ¿quién o cómo era Ruth Elizabeth Davis? puede que ni ella misma lo supiera. Yo lo ignoro. Solo sé quienes fueron sus Mildred Rogers, Julie Marsden, Leslie Crosbie, Judith Traharne, Regina Hubbart, Margo Channing, Baby Jane Hudson, Charlotte Hollis y tantas otras mujeres ambiguas y temperamentales, en ocasiones mezquinas, a menudo manipuladoras y ambiciosas. Tampoco me parece prioritario conocer aspectos de su vida personal, que, en realidad, ni me importan ni me afectan. En cambio, sí me interesa su legado artístico, aquel que ha sobrevivido el paso del tiempo para descubrirnos a esos personajes ambiciosos, rebeldes y determinados a conseguir sus propósitos, personajes creíbles que se convierten en el centro de atención de las películas en las que participó. Nacida en el estado de Massachusetts en 1908, Davis tuvo una breve experiencia teatral en producciones de George Cukor o Rouben Mamoulian, directores que, como ella, se iniciarían en el cine a raíz de la irrupción y triunfo del sonido. Aquella joven actriz, aficionada a la lectura y sin apenas experiencia dramática, de cuerpo menudo, de ojos enormes y de infancia nómada, fue contratada por un cazatalentos de Universal Pictures en 1931, pero ninguna de sus primeras apariciones cinematográficas presagiaban a la gran actriz que poco después se convertiría en la reina de la Warner Brothers. Su debut en la pantalla se produjo en Bad Sister, filme que también contaba con la presencia de otro desconocido que acabaría formando parte de la leyenda del Hollywood dorado. Al igual que el destino profesional de Humphrey Bogart, el de Davis estaría ligado a la Warner. Desde 1932 hasta 1949, tiempo que duró su relación con el estudio, la actriz participó en más de cuarenta películas, algunas prescindibles, otras han pasado a formar parte de la historia del cine.


Sin ser del todo consciente de cómo funcionaba el sistema, firmó el contrato que la obligaba a trabajar sin opción a decidir sobre las películas en las que participaba, porque en Hollywood o eras una estrella, a quien en ocasiones permitían elegir, o eras poco más que un objeto al que sacar el mayor rendimiento posible antes de caer en desuso. Y este último camino era el señalado durante sus primeros tiempos en la Warner, donde al igual que en la Universal, pocos creían o tenían en cuenta su talento dramático. Su situación no la satisfacía, menos aún los papeles que le encargaban interpretar, pero entonces vio su oportunidad y convenció a Jack Warner para que la cediese a la RKO, donde protagonizó Cautivo del deseo. Debido a su alejamiento de la moral impuesta por el Código de Producción, la camarera Mildred Rogers era una apuesta arriesgada para cualquier actriz, pero Davis no dudó y su interpretación cambió la opinión de muchos. Al año siguiente le fue concedido su primer Oscar a la mejor actriz del año por Peligrosa, aunque ella consideraba que se trataba de una recompensa por la interpretación de Mildred en el filme que John Cromwell había dirigido la temporada anterior. Aquel premio fue insuficiente para cambiar su situación laboral dentro del estudio al que se enfrentó en un tribunal británico. Claro está, perdió el litigio, pero la publicidad que le generó el juicio acabó siendo positiva para su imagen de mujer fuerte y aguerrida, que deseaba asumir las riendas de su carrera y desarrollar la personalidad artística que se descubre en películas como JezabelAmarga Victoria o La carta. Aunque su situación contractual poco mejoró, pues el fallo del tribunal la obligaba a cumplir su compromiso con la Warner, se había convertido en la estrella del estudio y en una de las actrices más populares de la gran pantalla, tanto, que era la preferida del público para interpretar a Scarlett O'Hara en Lo que el viento se llevó. Sin embargo la presencia de George Cukor al frente del proyecto y la falta de entendimiento entre el productor David O. Selznick y la Warner impidieron que la actriz se alzase con aquel codiciado papel.


Por aquel entonces, le ofrecieron interpretar a Julie Marsden en una película que iba a ser dirigida por William Wyler. Este encuentro resultó vital para la evolución dramática de Davis, como ella misma reconoció en diversas ocasiones. Cineasta de carácter, 
Wyler se impuso a las dudas y a las protestas de la actriz, en definitiva, dominó la película en todos sus aspectos, hasta el extremo de que la estrella apoyó al director cuando los ejecutivos de Warner barajaban sustituirlo por el retraso del rodaje. El realizador concluyó su película y la protagonista logró su segundo Oscar a la mejor actriz del año, un premio que en esta ocasión sí creyó merecido. Aquel fue el primero de los tres personajes que interpretaría a las órdenes de Wyler, los otros dos serían Leslie Crosbie en La carta y Regina Hubbard en La loba. En la cima de su éxito, su posición dentro del estudio mejoró, aumentaron sus ingresos y, para contrariedad de algunos directores, creció su afán por controlar las producciones en las que participaba, pues <<su temperamento -huelga decirlo, quizás- era legendario>>, como también lo serían su <<incapacidad para controlar su genio>> y la <<tendencia a menoscabar gratuitamente la voluntad de los directores>>. A principios de la década de 1940 fue elegida presidenta de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas, siendo la primera mujer en acceder a dicho puesto, aunque su mandato solo duró dos meses. Sus años en Warner continuaron entre sus berrinches y sus actuaciones, pero todo principio también tiene su final, y este llegó en 1949, cuando la actriz puso fin a su relación profesional con el estudio que había sido su casa durante casi dos décadas. A primera vista, la decisión parecía acertada, Hollywood estaba cambiando y ante ella se abrían nuevas posibilidades, pero estas no fueron tantas, pues, a excepción de sus míticas (y quizá mejores creaciones) Margo Channing en Eva al desnudo y Baby Jane Hudson en ¿Qué fue de Baby Jane?, dirigidas por dos cineastas (Mankiewicz y Robert Aldrich) de carácter que supieron llevar hasta el límite de su talento a la temperamental y, en ocasiones, molesta actriz, el éxito en la taquilla le dio la espalda, los años disminuyeron las ofertas de personajes interesantes y su estela nunca volvió a brillar como lo había hecho durante su esplendor en la época dorada de los estudios.

(Las palabras entre comillas pertenecen a Ed Sikov. Bette Davis. Amarga Victoria, T&B Editores, Madrid, 2008)




Filmografía

Bad Sister (Hobart Henley, 1931)

Semilla (Seed; John M. Stahl, 1931)

El puente de Waterloo (Waterloo Bridge; James Whale, 1931)

Way Back Home (William A. Seiter, 1932)

La estatua vengadora (The Menace; Roy W. Neill, 1932)

Casa correccional (Hell's House; Howard Higgin, 1932)

La oculta providencia (Man Who Played God; John G. Adolfini, 1932)

So Big (William A. Wellman, 1932)

The Rich Are Always with Us (Alfred L. Green, 1932)

The Dark Horse (Alfred L. Green, 1932)

Esclavos de la tierra (Cabin in the Cotton; Michael Curtiz, 1932)

Tres vidas de mujer (Three on a March; Mervyn LeRoy, 1932)

Veinte mil años en Sing Sing (20,000 Years in Sing Sing; Michael Curtiz, 1933)

Los gángsters del aire (Parachute Jumper; Alfred L. Green, 1933)

Se necesita un rival (The Working Man; John G. Adolfi, 1933)

Ex-Lady (Robert Florey, 1933)

Los desaparecidos (Bureau of Missing Persons; Roy del Ruth, 1933)

El altar de la moda (Fashion Follies of 1934; William Dieterle, 1934)

The Big Shakedown (John F. Dillon, 1934)

Jimmy the Gent (Michael Curtiz, 1934)

Fog over Frisco (William Dieterle, 1934)

Cautivo del deseo (Of Human Bondage; John Cromwell, 1934)

Una mujer de su casa (Housewife; Alfred L. Green, 1934)

Barreras infranqueables (Bordertown; Archie L. Mayo, 1935)

The Girl from Tenth Avenue (Alfred L. Green, 1935)

La que apostó su amor (From Page Woman; Michael Curtiz, 1935)

Agente especial (Special Agent; William Keighley, 1935)

Peligrosa (Dangerous; Alfred L. Green, 1935)

El bosque petrificado (The Petrified Forest; Archie L. Mayo, 1936)

The Golden Arrow (Alfred L. Green, 1936)

Satan Met a Lady (William Dieterle, 1936)

La mujer marcada (Marked Woman; Lloyd Bacon, 1937)

Kid Galahad (Michael Curtiz, 1937)

That Certain Woman (Edmund Goulding, 1937)

It's Love I'm After (Archie L. Mayo, 1937)

Jezabel (Jezebel, William Wyler, 1938)



Las hermanas (The Sisters; Anatole Litvak, 1938)

Amarga victoria (Dark Victory; Edmund Goulding, 1939)

Juárez (William Dieterle, 1939)

La solterona (The Old Maid; Edmund Goulding, 1939)

La vida privada de Elizabeth y Essex (The Private Lives of Elizabeth and Essex; Michael Curtiz, 1939)

El cielo y tú (All This and Haven Too; Anatole Litvak, 1940)

La carta (The Letter; William Wyler, 1940)



La gran mentira (The Great Lie; Edmund Goulding, 1941)

Shinnig Victory (Irving Rapper, 1941)

The Bride Came C.O.D. (William Keighley, 1941)

La loba (The Little Foxex; William Wyler, 1941)



El hombre que vino a cenar (The Man Who Come to Dinner; William Kneghley, 1941)

Como ella sola (In This Our Life; John Huston, 1942)

La extraña pasajera (Now, Voyager; Irving Rapper, 1942)
Alarma en el Rin (Watch on the Rhine; Herman Shulmin; 1943)

Thank Your Lucky Stars (David Butler, 1943)

Old Acquaintance (Vincent Sherman, 1943)

El señor Skeffington (Mr. Skeffington; Vincent Sherman, 1944)

Hollywood Canteen (Delmer Daves, 1944)

El trigo está verde (The Corn Is Green; Irving Rapper, 1945)

Una vida robada (A Stolen Life; Curtis Bernhardt; 1946)

Deception (Irving Rapper, 1946)

Winter Meeting (Bretaigne Windust, 1948)

June Bride (Bretaigne Windust, 1948)

Más allá del bosque (Beyond the Forest; King Vidor, 1949)

Eva al desnudo (All About Eve; Joseph L. Mankiewicz, 1950)



La egoísta (Payment on Demand; Curtis Bernhardt, 1951)

Another Man's Poison (Irving Rapper, 1952)

Llama un desconocido (Phone Call from a Stranger; Jean Negulesco, 1952)

La estrella (The Star; Stuart Heisler, 1953)

El favorito de la reina (The Virgin Queen; Henry Koster, 1954)

Storm Center (Daniel Taradash, 1956)

Banquete de bodas (The Catered Affair; Richard Brooks, 1956)

El capitán Jones (John Paul Jones; John Farrow, 1959)

Donde el círculo termina (The Scapegoat; Robert Hamer, 1959)

Un gángster para un milagro (Pocketful of Miracles; Frank Capra, 1961)

¿Qué fue de Baby Jane? (What Ever Happened to Baby Jane?; Robert Aldrich, 1962)

Su propia víctima (Dead Ringer; Paul Henreid, 1964)

La noia (Damiano Damiani, 1964)

Adónde fue el amor (Where Love Has Gone; Edward Dmytryk, 1964)

A merced del odio (The Nanny; Seth Holt, 1965)

Canción de cuna para un cadáver (Hush... Hush, Sweet Charlotte; Robert Aldrich, 1965)

The Anniversary (Roy Ward Baker, 1967)

Connecting Rooms (Franklin Gollings, 1969)

Bunny O'Hara (Gerd Oswald, 1971)

Sembrando ilusiones (Lo scopone scientifico; Luigi Comencini, 1972)

El extraño mundo de madame Sin (Madame Sin; David Greene, 1972)

The Judge and Jake Wyler (David Lowell Rich, 1972)

Scream Pretty Peggy (Gordon Hessler, 1973)

Pesadilla diabólica (Burn Offerings; Dan Curtis, 1976)

Return from Witch Mountain; John Hough, 1978)

Muerte en el Nilo (Death on the Nile; John Guillermin, 1978)

The Watcher in the Woods (John Hough, 1979)

Las ballenas de agosto (The Whales of August; Lindsay Anderson, 1987)


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