martes, 28 de abril de 2015

Toshiro Mifune, icono del cine japonés


<<Mifune tenía un talento que yo no había visto jamás en el mundo del cine japonés. (...) De cualquier forma, soy una persona a la que rara vez le impresiona un actor, pero en el caso de Mifune me encontraba completamente impresionado>>, escribió Akira Kurosawa en su Autobiografía sobre el actor que se convertiría en rostro icónico de su cine y del cine japonés. Pero muchos años antes de que sus caminos se cruzasen, Toshiro Mifune nacía en un enclave japonés ubicado en el continente y no sería hasta los veintiún años cuando pisó por primera vez el Japón insular, debido al traslado del equipo de aviación que le había reclutado para combatir en la Segunda Guerra Mundial. Gracias a sus conocimientos fotográficos, Mifune fue destinado a la unidad de fotografía aérea y no participó activamente en la contienda. Concluido el conflicto, y sin nada más que lo puesto, se presentó en los estudios Toho con la idea de solicitar un puesto de operador de cámara, intención nacida de su contacto con Nenji Oyama durante su etapa en el ejército, pues Oyama trabajaba para el estudio y le había animado a que se presentase allí una vez finalizada la guerra. Por aquel entonces, la Toho no necesitaba operadores y sí nuevos rostros que formasen parte de su equipo artístico, de modo que al ver su juventud, su apostura y su energía lo enviaron a las audiciones que se estaban realizando. Entre miles de candidatos, y sin pretenderlo, Mifune fue uno de los elegidos, aunque no lo fue por haber realizado bien la prueba. Por lo que se cuenta, la audición fue un fracaso, pero Kajiro Yamamoto, en aquel momento el director estrella del estudio, y el joven y prometedor Kurosawa percibieron el potencial del actor, lo que posibilitó su contratación y su posterior y legendaria colaboración con el segundo.


Hombre tímido, reservado y trabajador, 
Toshiro Mifune debutó como actor en Ginrei no hate (1947), en la que coincidió por primera vez con el también actor Takashi Shimura, con quien compartiría cartel en varias obras maestras de KurosawaGinrei no hate, que podría traducirse como "sendero de nieve", fue dirigida en 1947 por Senkichi Taniguchi y contó con la participación de Kurosawa en el guion. Como es buen sabido, este último fue fundamental en la carrera artística del actor, a quien dirigió en quince películas, desde El ángel ebrio (Yoidore tenshi, 1948) a Barbarroja (Akahige, 1965), tras la cual su relación profesional concluyó y la personal se distanciaba. Por entonces, Mifune ya era un astro del celuloide y tal estatus le permitió crear su propia productora y ser un rostro internacional, lo que implicó su participación en producciones como Grand Prix (John Frankenheimer, 1966),  Infierno en el Pacífico (Hell in the Pacific, John Boorman, 1968), Sol rojo (Soleil rouge, Terence Young, 1971) o Ánimas Trujano (El hombre importante) (Ismael Rodríguez, 1962), rodada en México y posiblemente su mejor interpretación fuera de Japón; incluso pudo probar fortuna como director en Gojuman-nin no isan (1964), el único título que dirigió.


Sus interpretaciones para 
Kurosawa lo inmortalizaron en la gran pantalla, pero Mifune también trabajó para otros grandes cineastas japoneses. Sin ir más lejos, en Ishinaka Sensei Gyojyki (1949) y Tsuma no Kokoro (1956) estuvo a las órdenes de Mikio Naruse, en Rebelión (Joiuchi -Hairyozuma Shimatsu, 1967) fue dirigido por Masaki Kobayashi y en Vida de Oharu, mujer galante (Saikaku ichidai onna, 1952) interpretó para Kenji Mizoguchi. También fuera de las fronteras niponas se dio a conocer, pero, curiosamente, este mítico actor que dio vida al mercenario Sanjuro en Yojimbo (1961) y Sanjuro (Tsubaki Sanjuro, 1961) fue más popular (y conocido entre el público internacional) a raíz de su participación en la serie televisiva Shogun (Jerry London, 1980), basada en el súper ventas de James Clavett, que por protagonizar las magistrales Rashomon (1950)Los siete samuráis (Shichinin no samurai, 1954)Notas de un ser vivo (Ikimono no kiroku, 1955)Trono de sangre (Kumonosu-jo, 1956)La fortaleza escondida (Kakushi toride no san-akunin, 1958) o El infierno del odio (Tengoku-to jigoku, 1963) —-todas realizadas por el responsable de Vivir (Ikiru, 1952).


 Aparte de sus interpretaciones para KurosawaMifune obtuvo, interpretando para Hiroshi Inagaki, éxitos tan importantes como la trilogía Samurái (Miyamoto Musashi, 1954)El hombre del carrito (Muhomatsu no issho, 1958)Tres tesoros (Nippon Tanjo, 1959) o 47 ronin, (Chushingura -Hana no maki yuki no maki, 1962). Con Inagaki también mantuvo una relación profesional duradera y fructífera, que se prolongó a lo largo de una veintena de títulos en los que también se le asocia al rol de samurai, aunque también interpretó otro tipo de personajes. Otro de los papeles asiduos de
Mifune fue el de militar, tanto en producciones japonesas como hollywoodienses: De Pearl Harbor a Midway (Hawaii. Middowee daikaikusen -Taiheiyo no arashi, Shue Matsubayashi, 1960)Escuadrón de ataque (Taiheiyo no tsubasa, Shue Matsubayasi, 1962)Almirante Yamamoto (Kantai Shireicho-kan -Yamamoto Isoroku, Seiji Maruyama, 1968)La batalla del mar del Japón (Nihonkai Daisukaisen, Seiji Maruyama, 1969), La batalla de Midway (Midway, Jack Smight, 1975) o 1941 (Steven Spielberg, 1979), una comedia alocada que resultó ser un fracaso comercial para Spielberg. Sus últimos años estuvieron marcados por su aparición en programas televisivos y por su participación en films de menor interés que aquellos que lo inmortalizaron en la pantalla, y siempre se especuló con la posibilidad de un nuevo proyecto que volviera a unirle a Akira Kurosawa, quien, al igual que Mifune, vio como su carrera cinematográfica sufría un revés tras Barbarroja, aunque el realizador resurgió de sus propias cenizas para regalarnos al menos otras dos obras maestras del cine: Derzu Uzala (1975) o Ran (1985).




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